Se exhibe por estos días en el museo del Banco del República la muestra retrospectiva “Más acá de la imagen” del brasileño Vik Muniz (Sao Paulo/Brasil, 1961), considerado actualmente como uno de los artistas contemporáneos más brillantes de la generación latinoamericana.
El empleo de materiales poco usuales como azúcar, chocolate, tierra, diamantes, caviar, hilo, alambre y hasta basura para dibujar y recrear imágenes –algunas, piezas icónicas de la historia del arte- que son fotografiadas y luego destruidas, hacen de la obra de Muniz un experimento visual, en donde la percepción que se tiene de la imagen y su significado se transforman, adquiriendo sentido, pero a la vez creando un cierto desafío en la percepción del espectador.
Muniz nos sitúa ante el cuestionamiento de lo que se está viendo, haciéndonos dudar en ocasiones acerca del objeto, creando un efecto visual que se percibe desde cierta distancia; sin embargo, cuando es visto de cerca, la imagen pareciera disolverse caóticamente en innumerables materiales, transformando así la percepción que tiene el espectador sobre el significado, las particularidades de las sustancias usadas, así como el mismo proceso de creación.
De hecho, los materiales usados por lo general tienen una relación directa con las piezas representadas, agregando así otro nivel de significación. Como lo es la serie Niños de azúcar, en donde se aborda la realidad social de los niños cuyos padres trabajan en una plantación de azúcar, reproduciendo esas imágenes usando azúcar; ó la serie Imágenes de la basura, elaborada con los retratos de las personas que trabajan como recicladores en Jardim Gramacho (lo que una vez fuera el relleno sanitario más grande del mundo) y con el material que ellas reciclan. En el documental Waste Land, Muniz se embarca en el proceso de realización de esta serie, que es subastada por varios miles de dólares; el dinero recaudado se invierte en la Asociación de Recolectores de Basura de Jardim Gramacho ayudando en algo a los recicladores de una comunidad pobre y olvidada.
De modo que esta obra pareciera girar en torno a la percepción, la realidad y las múltiples interpretaciones que puede tener una imagen, ya sean observadas desde un trasfondo social, político o cultural.
“El momento más bonito es cuando una cosa se transforma en otra.”
Fuente e imágenes: Agencias.
La exposición abarca varias temáticas y deja abierto el espacio para múltiples lecturas sobre lo que Muniz quiere criticar y trasmitir. Tambien su juego con el espectador, quien queda perplejo ante el proceso de elaboración de cada obra.